jueves, 30 de mayo de 2013

Algún día

Algún día
Algún día te escribiré un poema que no
mencione el aire ni la noche;
un poema que omita los nombres de las flores,
que no tenga jazmines o magnolias.
Algún día te escribiré un poema sin pájaros,
sin fuentes, un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.
Algún día te escribiré un poema que se limite
a pasar los dedos por tu piel
y que convierta en palabras tu mirada.
Sin comparaciones, sin metáforas;
algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema con el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día te escribiré un poema, el canto de mi dicha.


LA HABILIDAD DE VIVIR

Cultiva la habilidad de ver siempre
sólo el lado bueno y lindo de todo lo que te ocurra y de lo que pase,
a tu alrededor y semejantes.
Siempre, pero siempre….
habrá algo nuevo, bueno y bello en cada mañana al despertar;
hay algo bueno y digno de aprender
en cada persona que nos rodea;
cada día hay algo nuevo para aprovechar y aprender;
cada amanecer, atardecer, anochecer
trae algo digno de admirar en nuestras vidas.
Busca siempre sólo el lado bueno de lo que pasa.
Serás más feliz, llenarás tu vida de optimismo y positivismo.
Cada día serás más sabio y mejor persona.
No importa si hoy no tuviste un buen día…
Piensa que la vida es así que solo debemos
Saberlo vivir de la mejor manera
con mucho amor en nuestro corazón
Cada Nuevo Día

Cada nuevo día es un regalo y una oportunidad para superarse, para recomenzar nuestra lucha, para rectificar, para ser felices...

Junto al sol las esperanzas de un nuevo día brillan al amanecer.

Un nuevo día, una nueva oportunidad para hacer historia. Escribe la historia de tu vida con palabras de amor.

Un nuevo día, hoy tienes la oportunidad de ser mejor. Lo que hoy hagas que sea mejor de lo que ayer hiciste, para superarlo mañana.

Un nuevo día, para olvidarse del conformismo y no pensar que ya lo hemos dado todo en la vida. Si piensas que ya lo has dado todo, solamente te estás negando la oportunidad de ser mejor.

Piensa a cada momento que todo lo que hagas puede ser aún mejor, y tu espíritu de lucha te impulsará en este nuevo día por el sendero del éxito y la felicidad.

Un nuevo día, donde el éxito toca a tu puerta.
No olvides que el éxito no es una casualidad sino la recompensa
• para quien lo buscó y luchó por él,
• para quien al caer supo levantarse,
• para quien necesitó ayuda y supo pedirla,
• para quien cuando se sintió solo buscó compañía,
• para quien cuando tuvo duda buscó a un consejero,
• para quien antes de buscar ser entendido pudo entender,
• para quien estuvo dispuesto a empezar en cualquier momento,
• para quien comprendió que el amor es la fiel recompensa de amar.
Que cuántos años tengo?

¡Qué importa eso!
¡Tengo los años que siento!

Estoy en la edad en que puedo:
• Gritar sin miedo lo que pienso...
• Hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso, o lo desconocido...
Pues tengo la experiencia de los años vividos y la fuerza de la convicción de mis deseos.
¡Qué importa cuántos años tengo!
¡No quiero pensar en ello!
Pues unos dicen que ya soy viejo, y otras que estoy en el apogeo.
Pero no es la edad que tengo, ni lo que la gente dice, sino lo que mi corazón siente y mi cerebro dicte.
Tengo los años necesarios
para gritar lo que pienso,
para hacer lo que quiero,
para reconocer yerros viejos,
rectificar caminos y atesorar éxitos.


Ahora no tienen porqué decir:
• ¡Estás muy joven, no lo lograrás!
• ¡Estás muy viejo, ya no podrás!
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños,
se empiezan a acariciar con los dedos
y las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor a veces es una loca llamarada,
ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada.
Y otras es un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuantos años tengo?
No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, mis triunfos obtenidos, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones truncadas...
¡Valen mucho más que eso!
¡Qué importa si cumplo cuarenta, cincuenta o sesenta!
Pues lo que importa: ¡Es la edad que siento!
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuantos años tengo?
¡Eso a quien le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo
y hacer lo que quiero y siento.
Mi soledad
No sé porque pero hoy converse con mi soledad y nos entrampamos en un dialogo muy fluido hasta el amanecer no todos los días lo hago, pero hoy necesitaba hablar con alguien, alguien que sepa de mis temores y mis dudas, alguien que me conozca y sepa como pienso, alguien que sepa de mis hazañas y mis sin sabores y mientras manejaba con dirección a casa me preguntaba quién me conoce así? y termine diciendo que mi soledad compañera de muchos años me conoce.
Llegué a mi casa, abrí la puerta, encendí la luz y no la vi...con cierta risa burlona me dijo aquí estoy, jamás me quedo siempre te acompaño y supe que era mi soledad...vaya dije sí que te sabes esconder y como estas? le pregunte y me dijo bien y dispuesta a conversar, así que quien mejor que yo que te conoce para despejar unas dudas.
¿Cómo es que me conoces tan bien? le pregunte aah! replico es que siempre estoy ya son muchos años juntas y te escucho hablar, reír, te veo llorar y siempre termino por enterarme de ti.
¿Será posible que algún día puedas dejarme? le pregunte no lo se me respondió, pero si te dejo ya no estaré más y estarás sin soledad y quizá te sientas peor que hoy, ahora te veo sola y cada día mas... solo que nunca...pero no sé si algún día me iré.
Que tengo que hacer para que me dejes le dije a manera de conversación ya que estoy cansada de estar siempre sola.
Pues no lo sé, respondió certeramente, diciéndome solo tú reconocerás el momento y sabrás que me fui, pero en el hoy me encargaron secar tus lágrimas y quizá un día lo añores, porque si encuentras a alguien que seque tus lágrimas mejor que yo, solo lo sabrás tu.
Volteo y miró la habitación, sola y vacía, la luz de la luna se cuela por la ventana y ello te invita a escribir y a escucharte a ti mismo, mientras volteo me doy cuenta que la noche está terminando y el día comienza a rayar, el canto de las aves se deja escuchar y la luz de la ciudad se apaga, pienso y digo mis ojos deben estar hinchados de tantas lágrimas y mi soledad aquí conmigo, cómo siempre me invita a descansar un rato hay mucho trabajo para hoy y si tienes más dudas siempre estaré aquí me dice, aunque por momentos me olvides sabes que al terminar el día estaré aquí para seguir secando tus lagrimas.
Bueno soledad es muy grato saber que estas aquí aunque cansada de estar sola me encuentro no me queda más que soñar que el día llegará y vendrás a disipar y terminar con mi soledad.